La época navideña, con su espíritu de celebración y los esperados banquetes, trae consigo una amplia variedad de platos tradicionales para compartir. Y para muchas familias, la carne de cerdo ocupa un lugar central en la mesa decembrina, como el delicioso pernil, entre otros manjares. Sin embargo, detrás de la festividad y el sabor, se esconde una amenaza silenciosa, un parásito zoonótico cuya ingesta puede tener consecuencias devastadoras para la salud, en particular la del cerebro; se trata del Taenia solium y la enfermedad que provoca, la neurocisticercosis.
Taenia Solium: El parásito de cochino
La Taenia solium, que también se le conoce como lombriz solitaria del cerdo o cochino, es un gusano plano, cuyo ciclo de vida involucra tanto al cochino como al ser humano. Es la responsable de dos condiciones distintas en el ser humano.
- Teniasis. Es la infección causada por el gusano adulto de Taenia Solium que vive en el intestino delgado del huésped definitivo, es decir, el ser humano. Ocurre cuando una persona ingiere carne de cochino cruda o poco cocida que contiene las larvas. La teniasis adulta suele ser asintomática o causar síntomas gastrointestinales leves, que se pueden presentar como dolor abdominal, náuseas, diarrea o estreñimiento.
- Cisticercosis. Es la infección causada por la forma larvaria de Taenia Solium que se aloja en los tejidos del huésped intermediario, en este caso, el cochino. Sin embargo, el ser humano también puede adquirir cisticercosis, actuando como huésped intermediario accidental, lo cual es la forma más peligrosa de la enfermedad.
Neurocisticercosis: La invasión en el cerebro
Una vez que el parásito o sus larvas entran en el organismo, se pueden alojar en cualquier parte del cuerpo, y cuando los cisticercos de T. solium se alojan en el sistema nervioso central (SNC), la enfermedad se denomina Neurocisticercosis (NCC). Es la forma más grave de la cisticercosis.
Consecuencias neurológicas
La NCC es la principal causa de morbilidad neurológica y una de las causas más frecuentes de epilepsia adquirida en muchas áreas endémicas. Los síntomas y el pronóstico de la enfermedad varían, dependiendo del número, el tamaño, la ubicación y el estadio del parásito dentro del cerebro.
- Convulsiones y epilepsia. Es la manifestación clínica más común. El parásito y la inflamación que genera el organismo al intentar combatirlo, especialmente durante su degeneración, irritan el tejido cerebral, provocando crisis convulsivas.
- Hidrocefalia. La obstrucción de los canales por donde circula el líquido cefalorraquídeo (LCR), especialmente si los quistes se ubican en los ventrículos o las cisternas basales, puede llevar a una acumulación de LCR y un aumento de la presión intracraneal.
- Síntomas de tumor cerebral. Los quistes pueden manifestarse con síntomas de ocupación de espacio, incluyendo dolores de cabeza crónicos, náuseas, vómitos y déficits neurológicos focales.
- Meningitis y daño vascular. La inflamación de las meninges (leptomeningitis) puede engrosar las membranas, dificultar la absorción del LCR y afectar nervios craneales o vasos del cerebro, lo que podría llegar a producir infartos cerebrales.
Por otra parte, la NCC puede ser asintomática si los quistes se calcifican sin dejar una cicatriz con actividad epileptógena. Pero, en casos severos, puede requerir tratamiento farmacológico como albendazol o praziquantel; potentes antiinflamatorios o incluso cirugía, pudiendo dejar secuelas permanentes como la epilepsia.
¿Por qué este tema es relevante en la época de Navidad?
La celebración de la Navidad y las fiestas decembrinas destacan por un delicioso banquete en la mesa de cada hogar, y en muchos de los platos tradicionales, el cochino es el protagonista. Vale destacar que, aunque el consumo de carne de cerdo infectada solo causa teniasis, que, como se ha mencionado anteriormente, consiste en la infección por el gusano adulto, el aumento en la ingesta y manipulación de esta carne durante las fiestas incrementa indirectamente el riesgo de contagio de cisticercosis en la población.
La conexión de esta condición con la época navideña se basa en varios factores.
- Aumento del consumo de cochino. La carne porcina es fundamental en las cenas y platos típicos de la temporada. Un mayor volumen de carne en el mercado, a veces procedente de fuentes menos reguladas.
- Riesgo de teniasis. El consumo de carne de cerdo mal cocida, especialmente durante reuniones festivas donde se manejan grandes porciones o hay menor vigilancia en la cocción, es el mecanismo directo para adquirir la teniasis.
- Aumento del vehículo de transmisión. El verdadero peligro para la NCC es la persona con teniasis. Al adquirir la tenia adulta por consumir carne contaminada, esta persona se convierte en el portador de millones de huevos, los cuales contaminan al ambiente a través de sus heces, exponiendo a sus convivientes y a sí mismo a la cisticercosis. Y esta época suele presentar un incremento de viajes y reuniones familiares, lo que facilita el movimiento de portadores de teniasis a áreas no endémicas o la exposición a condiciones sanitarias deficientes, como las que se presentan en zonas de campamento.
El foco de la prevención en esta época no solo debe estar en cocinar la carne de cerdo a la temperatura adecuada, la cual es, según expertos, un mínimo de 71°C, para matar al cisticerco y para evitar la teniasis; también es necesario romper la exposición a las heces contaminadas para evitar la cisticercosis y, por ende, la neurocisticercosis.
Medidas de prevención y control
La Taenia solium es un parásito potencialmente erradicable, ya que el ser humano es su único huésped definitivo, y por ende, es posible tener el control a través de un enfoque multifacético.
- Higiene personal rigurosa. El lavado de manos con agua y jabón es crucial, especialmente antes de preparar o consumir alimentos y después de ir al baño.
- Cocción adecuada de la carne. Cocinar la carne de cochino hasta alcanzar una temperatura interna segura, la cual es de al menos 71°C.
- Seguridad alimentaria e hídrica. Beber solo agua potable o embotellada y lavar o cocinar bien las frutas y verduras, especialmente en zonas de alto riesgo.
- Saneamiento básico. Contar con la disposición adecuada de las aguas servidas es la piedra angular del control de la enfermedad, evitando la contaminación del suelo y el agua.
- Vigilancia veterinaria. El control de mataderos y la crianza de cochinos en condiciones sanitarias adecuadas.
- Detección y tratamiento. Identificar y tratar a las personas portadoras de la tenia adulta reduce la liberación de huevos al ambiente y el riesgo de NCC en la comunidad.
En conclusión, mientras disfrutamos de las tradiciones navideñas, se recomienda tomar conciencia y que el disfrute debe ir de la mano con la responsabilidad. La amenaza de la neurocisticercosis, vinculada indirectamente al consumo de cochino por su papel en el ciclo de Taenia solium, nos recuerda la importancia de la higiene y la seguridad alimentaria, no solo en diciembre, sino como un compromiso de salud pública durante todo el año.
Fuentes:
- CDC – Cysticercosis. (2024). Cómo se propaga la cisticercosis. Disponible en: https://www.cdc.gov/cysticercosis/es/spreads/como-se-propaga-la-cisticercosis.html
- (2021). ¿Cómo se contagia la tenia? Síntomas y tratamiento teniasis. Disponible en: https://cinfasalud.cinfa.com/p/tenia/
- Juan Francisco Lasso. Neurocisticercosis. Disponible en: https://dr-lasso.net/pacientes/neurocisticercosis/
- Manual MSD. Infección por Taenia solium (tenia del cerdo) y cisticercosis. Disponible en: https://www.msdmanuals.com/es/professional/enfermedades-infecciosas/cestodos-tenias/infecci%C3%B3n-por-taenia-solium-tenia-del-cerdo-y-cisticercosis
- SciELO España. Neurocisticercosis: Una enfermedad emergente. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272004000300005
- WHO (Organización Mundial de la Salud). (2022). Teniasis y cisticercosis. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/taeniasis-cysticercosis
